Los llamados comúnmente trastornos de la alimentación son, de hecho, trastornos de la conducta. La anorexia y la bulimia, que cada vez afectan a niñas más jóvenes, se han vuelto un tema de creciente preocupación de la salud chilena.
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener trastornos de la alimentación. Suelen comenzar en la adolescencia y con frecuencia se presentan con depresión, trastornos de ansiedad y abuso de drogas.
Los trastornos de la alimentación pueden causar problemas cardíacos y renales e incluso la muerte. Es importante obtener ayuda a tiempo. El tratamiento incluye supervisión, tratamientos de salud mental, asesoramiento nutricional y, algunas veces, medicinas.
La obesidad infantil y la obesidad mórbida en adultos, está avanzando progresivamente en nuestro país, como lo hizo en décadas anteriores la anorexia o la bulimia.
Estos Trastornos de la Alimentación vienen acompañados de sentimientos de culpa, tristeza, rechazo social, dificultades laborales, dificultades en las relaciones tanto con amigos y familia, como con posibles parejas, incluso ideas suicidas, etc. Es necesario acudir a un psicólogo ya que un abordaje profesional del problema evitará la producción de cualquiera de los Trastornos de la Alimentación o su mal desempeño.
Los trastornos alimenticios implican más que simplemente hacer dieta para perder peso o intentar hacer ejercicio físico todos los días. Se trata de comportamientos alimenticios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. O personas que no pueden salir con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar la ingesta de un dulce.
Los trastornos alimenticios implican más que simplemente hacer dieta para perder peso o intentar hacer ejercicio físico todos los días. Se trata de comportamientos alimenticios extremos: por ejemplo, dietas que nunca terminan y que, gradualmente, se vuelven más estrictas. O personas que no pueden salir con amigos porque creen que es más importante salir a correr para contrarrestar la ingesta de un dulce.
La mayoría de las veces, los trastornos de alimentación se detectan cuando la enfermedad está muy avanzada y ya tiene consecuencias médicas importantes. La anorexia y la bulimia suelen pasar desapercibidas para la familia y el sistema escolar. Por esa razón, la detección de este tipo de enfermedades es vital.
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